¿Qué es la Retina?
La retina es un órgano sensible que procesa la luz y la transforma en impulsos nerviosos que son enviados al cerebro a través del nervio óptico para que se transformen en las imágenes que percibimos. Es un tejido muy complejo y altamente especializado, cuyo buen estado y funcionamiento es imprescindible para que podamos ver. Por ello, la operación de retina es crucial a la hora de evitar muchos casos de ceguera.
Existen varias enfermedades de la retina que deben ser tratadas quirúrgicamente, en ocasiones se combina con otros procederes, entre ellas tenemos: el desprendimiento de retina, hemorragia vítrea, retinopatía diabética, agujero macular, etc. La cirugía vitreorretiniana incluye distintas técnicas de microcirugía ocular destinadas a actuar sobre el gel vítreo (líquido gelatinoso que rellena el globo ocular) y la retina (capa más interna del ojo, donde los estímulos luminosos se transforman en impulsos nerviosos que se transmiten al cerebro para que este pueda interpretarlos). En los últimos años, la innovación tecnológica ha permitido utilizar instrumentos cada vez más pequeños para acceder al interior del ojo a través de incisiones mínimas y practicar operaciones menos traumáticas, logrando mejores resultados visuales y minimizando el riesgo de complicaciones.
Existen varias técnicas de cirugía para acceder a la retina.
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Retinopexia neumática: el médico le inyectará una pequeña burbuja de aire en el ojo. La burbuja empujará la retina hasta su ubicación normal para que el médico pueda usar un láser o un tratamiento de congelación para reparar cualquier agujero o desgarro. Posterior a este proceder el médico le orientará sobre la posición que debe adoptar por varios días, así como anular los viajes en avión, esta burbuja podría ser susceptible a los cambios de presión a consecuencia de la altura, acarreando graves daños al ojo.
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Cirugía escleral: el médico le colocará una banda pequeña y flexible alrededor de la parte blanca del ojo (esclera o esclerótica). Esta banda empuja suavemente hacia adentro, hacia la retina, lo que ayuda a que la retina se vuelva a adherir. Esto se combina con láser o tratamiento de congelación para reparar cualquier agujero o desgarro en la retina. Después de la cirugía la banda quedará en su ojo de forma permanente. Por lo general, le aplicarán anestesia para que esté dormido durante esta cirugía. No sentirá nada ni recordará la cirugía. La mayoría de las personas pueden regresar a casa el mismo día, pero necesitará que alguien lo lleve de vuelta a su hogar.
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Vitrectomía: La vitrectomía es una técnica de microcirugía ocular que se lleva a cabo para tratar patologías de la retina y el vítreo. Su objetivo es extraer el gel vítreo, para acceder a la retina. Este gel será sustituido por solución de agua, aire, GAS o aceite de silicón. El aire y el gas se reabsorbe y se sustituido por los líquidos del ojo. El aceite de silicón deberá ser extraído en unos meses. En algunos casos será necesario mantener el aceite intraocular.
Cirugía para el desprendimiento de la retina
El desprendimiento de retina es reparado mediante una de las técnica quirúrgicas anteriores. Basado en su condición específica, el oftalmólogo discutirá el tipo de procedimiento recomendado y le informará sobre los diferentes riesgos y beneficios de las opciones de tratamiento. La mayoría de los desgarramientos de retina deben ser tratados mediante una fijación de la retina a la pared posterior del ojo, por medio de una cirugía con láser o una crioterapia (un tratamiento de congelación). Ambos procedimientos crean una cicatriz que ayuda a fijar la retina en la parte posterior del ojo. Esto evita el paso de fluidos a través del desgarramiento, impidiendo que la retina se desprenda.
Tratamiento de congelación (criopexia)
Su cirujano utiliza una sonda especial para aplicar un frío intenso y congelar la retina alrededor del desgarramiento. El resultado es una cicatriz que ayuda a asegurar y fijar la retina a la pared del ojo. Algunos desprendimientos de la retina no pueden ser reparados. El desarrollo de tejido fibroso (proliferación vitreoretinal) es la razón más común para que una retina no pueda fijarse de nuevo. Si la retina no puede fijarse de nuevo a la pared del ojo, éste continuará perdiendo la visión hasta llegar a la ceguera, de ahí la importancia de acudir lo antes posible a su oftalmólogo para recibir una valoración.
Cirugía Láser
Durante esta cirugía con láser, se utiliza un rayo láser para hacer pequeñas quemaduras alrededor del desgarramiento de la retina.Provocando una cicatriz para fijar la retina proveniente de éste procedimiento fija la retina al tejido subyacente, ayudando a prevenir un desprendimiento de la misma.